Eres mi sonrisa favorita

Sigamos sonriendo hijo mío,

Porque seguiremos caminando juntos, aprovechando las oportunidades que nos da la vida y sonriendo a las personas que nos transmitan sensaciones de ser mejores.

¿Sabías que solo sonreímos cuando tenemos un pensamiento sobre alguien?.

La risa es un comportamiento que tenemos junto a los demás. Es cierto que hay gente que dice que se ríe sola de sí mismo, pero no es exactamente así cariño. En su pensamiento siempre habrá referencias a alguien en una situación compartida.  Y yo hijo mío sonrío al recordarte, con una facción tierna en mi cara, porque siempre siempre te recuerdo feliz y contento a nuestro lado.

Estar al lado de un niño es un privilegio mi vida. Los niños siempre son los que más sonríen, y créeme amor mío, tu hermano pequeñito se está ganando la palma en esto de reír y hacer reír. Guardo todas las imágenes posibles para que puedas ver como ha ido creciendo. Nos levantamos sonriendo y así mismo nos vamos a dormir, y durante el día hacemos lo mismo.

A veces me pregunto, como puedo sonreír sin ti. Y precisamente esa es la cuestión, es donde surge la fortaleza de papá que es la de exprimir los momentos de felicidad para dedicártelos a tí. Que la nostalgia no nos debilite hijo mío, no sirve de mucho.

Cada vez que sonreímos usamos muchísimos músculos de nuestro cuerpo, hacemos que los demás se encuentren cómodos a nuestro lado, y pasamos siempre un mejor día. El optimismo refuerza nuestros objetivos, y con la sonrisa los pensamientos se hacen más positivos. Eso son sólo algunas de las ventajas de sonreir.

Y te puedo decir que cada vez que miro hacia dentro de mis pensamientos, o que te reivindico mirando tus fotografías, observo sonrisas y alegría al contemplarte. Eres mi sonrisa favorita.

Es por eso hijo mío que te brindo el homenaje que desde la distancia impuesta puedo ofrecerte. Una sonrisa para ti, y el deseo que cada día sonrías más. Te promete el papá que sonreiremos algún día juntos físicamente, porque moralmente siempre estaré a tu lado.

Una sonrisa del papá.