Una manera diferente y positiva de decirte "a Dios"

¡Adios mi amor!

Decirte cada dia "a Dios" es para mí un signo de esperanza, no una despedida como gran parte de la sociedad tiene asumida al utilizar esta expresión. De ello quiero hablarte hoy mi vida.

 

Porque cariño mío, cada día que te dirijo hacia Dios es para que esté cerca de tí lo que a mí no me han permitido estar. Pero mi distancia de tí no es moral, tan solo es una distancia física y temporal. ¿Qué mas dará cariño mío si en el momento que corresponda vamos a estar juntos?. ¿Crees que en ese momento nos pararemos a pensar en el pasado?. El pasado, quedó atrás, eso es lo que vamos a sentir cariño mio: la fuerza y la intensidad del presente y la esperanza del futuro.

 

Nos han enseñado a decir "a Dios" cuando nos vamos de un lugar, dejamos a unas personas o respondemos cuando ellas nos dejan a nosotros. Y poco nos han enseñado a reflexionar sobre el profundo significado de esa maravillosa expresión. Porque no se trata de una palabra, es sin embargo una corta frase: "a Dios", que en sí misma encierra una belleza simbólica, emblemática y llena de fe por la vida.

 

No creas cariño que está dirigida solo a los creyentes, aunque sea una herencia de la tradición religiosa que tenemos. No amor mío. Está dirigida hacia el respeto que cada uno de nosotros deberíamos desearles a los demás. Porque todos venimos del mismo polvo estelar, de la primera opción de ser humanos, del mismo origen. No nos iremos de nadie, sino que les venimos a indicar con esa preciosa frase que formamos parte junto a ellos de la inmensidad universal, aunque por un tiempo tuviéramos que estar separados.

 

He reflexionado en mi vida y mucho acerca de las diversas creencias religiosas. Por supuesto la católica en la que estamos socializados, pero en general de cada una de las que podían aportarme conocimiento y una visión profunda de lo espiritual (hinduísmo, budismo, taoismo, sintoismo, judaismo...), y ninguna ha logrado autentificar en mí la creencia en un ente divino que se defina en el concepto de Dios, como un Ser diferente y superior a lo por él creado. No, no he llegado a tener esa fe, por mucho respeto que cada uno de los mensajes de sus profetas me merezcan. Para mi Dios es solamente el reflejo de la esperanza, y ésta no es más que uno de los grandes valores humanos. Lo que sí creo y tengo profunda fe es en que formamos parte de un inmenso Universo en expansión, y que nunca desapareceremos en nuestra plenitud. Porque no hay energía que pueda destruirse, ni siquiera crearse, tan solo modificarse. Ahora no entenderás estas reflexiones, pero llegará tu momento para planteártelas, seguro estoy de ello. Y ahí encontrarás a tu Dios.

 

Para mí decirte " a Dios" cariño mío, es esperarte, saber que en cualquier momento y realidad nos vamos a encontrar, consciente o inconscientemente. Que nuestra separación solo la han realizado personas sin escrúpulos ni valores, pero que han tomado la decisión solo y exclusívamente desde sus mínimos poderes como seres humanos. Porque esas personas han olvidado la mayor de las FUERZAS, y es de la que carecen: "conocer que Dios está por encima de ellos", o lo que es lo mismo, el AMOR que les supera no puede ocultarse ni privarse, es libre. Esos seres orgullosos de sus carencias solo son una minúscula mota de polvo en este Universo que cada día nos acompaña. Que a pesar de ellos, tú y yo hijo mío respiramos el mismo aire, contemplamos el mismo cielo, nos alumbra el mismo sol y nos atrae la misma Luna. Que la gravedad nos hace caer y la energía volvernos a levantar. Que en definitva NO NOS PUEDEN SEPARAR, y por eso te digo amor mío "a Dios", porque es conmigo con quién estás, aunque no quieran algunos, no tienen el poder de evitarlo, ni la fuerza de comprenderlo: que nos amamos, y ese amor es verdadero e inquebrantable. Porque estando con Dios, con ese Universo del que formamos parte, siempre estaremos juntos, no lo pueden evitar sus juegos de distanciar y dominar la libertad. Son solo "juegos", lo nuestro es "verdad".

Te quiero mi vida, y es para mí un orgullo cada día y cada noche decirte " a Dios ", porque a la mañana siguiente me levanto con la esperanza de que Él te ha protegido de las manos y miradas oscuras que dicen quererte, pero no te dejan ser libre. Es por eso que hoy y ahora vuelvo a decirte "a Dios" amor mío, hasta mañana, hasta cada momento de nuestras vidas, mientras el Universo siga expandiéndose, vamos a estar juntos.

 

 

Un beso de Papá, desde la distancia física, pero la cercanía de tí... y ¡A Dios!.

 

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