JUEGA, QUE LA VIDA ES UN JUEGO

 

 

"Jugar" mi niño, hijo mío. Es tan grande el término, que me sería imposible definirlo. ¿A quién no le ha gustado jugar en su infancia?.  ¡Ha sido tan importante para llegar a ser quién eres!. Jugando creciste, evolucionaste y llegaste a descubrir tu esencia como persona y como persona en relación con los demás.

 

Vivimos tiempos difíciles, donde muchos niños, no conocen lo que son los juegos al aire libre con los que disfrutábamos antaño: repletos de emoción, de compartir, de relacionarse, de notar la brisa del aire en nuestros pequeños cuerpos. Son tiempos donde lo que llaman las “nuevas tecnologías” están reemplazando los clásicos juegos del fútbol en la calle, el escondite, las chapas, las canicas, la comba o el salto a la goma. Ni siquiera muchos niños saben lo que son los animales en libertad. Pero tú, hijo mío, aún fuiste uno de esos afortunados de jugar con libertad con papá.

 

Los medios de comunicación anuncian todo aquello que convierta a los Niños libres del presente en los Adultos controlados por el sistema en el cercano futuro. Consumir, privatizar las emociones, aislarse de la complicidad, de los procesos de compartir, olvidar las  amistades en torno a retos y convertirlas sencillamente en “virtuales”, hacer que piensen igual al servicio de la moda y el consumismo. El mundo de lo material está inundando el espacio de la infancia. La está haciendo desaparecer. Los niños  ya son mayores en edades muy tempranas: en su forma de expresarse, de vestir, de relacionarse y sobre todo de Consumir.

 

Pero yo te he visto hijo mío Jugar de verdad. He compartido contigo juegos que tenemos grabados en imágenes y videos, con los amigos, con la familia y tú mismo con pequeños detalles no materiales, sino basados en la imaginación y la fantasía. Es cierto que como ya cualquier niño, también has jugado con las nuevas teconologías y las consolas. Pero tenías esa habilidad y satisfacción de desconectar cuando era el momento y salir a disfrutar al aire libre.

 

Jugando en la montaña, en la playa, en la calle… ¿recuerdas como los fines de semana íbamos a tirarnos penalitis y jugar al fútbol en el parque, delante de la gente pasar?, ¿recuerdas como jugábamos a las canicas en un trozo menudo de arenal dentro del mismo pueblo, donde no querías nunca perder?.  Hemos ido a coger minerales, a coger cangrejos, hacer castillos en la arena, jugar al baloncesto, disfrutar de películas en nuestro “cine”, leer cuentos e inventarnos historias, y vivirlas como reales…  y por su puesto, ir a la feria con los amigos a divertirnos en cualquier atracción. Cada instante en casa era un tipo de juego.. no pudieron, no fueron capaces de adoctrinarnos en el mundo de la tecnología, y convertirte en un clon para que ya no fueses un Niño.

 

Deseo, espero, quiero que NUNCA DEJES DE JUGAR en libertad, que disfrutes conociendo a los demás, que seas capaz de verte reflejado en un juego y llegues a darte cuenta que  eres mejor persona. No deseo  que todo lo que te ha ocurrido en estos tiempos de sinrazón oscurezca tu magia e inocencia. Aunque digan a un niño que es feliz, que está bien… cuando te arrancan algo que forma parte de tí, y queda escondido en un lugar desconocido y aparcado para los que " analizan infancias", de alguna forma ese dolor saldrá en un momento u otro, eso es seguro. Y ahí está también mi esperanza para que cuando eso te ocurra, puedas construir un juego de vida y esperanza. Un juego  que sirva para reconstruir lo que te han arrebatado de infancia:  "jugar a que el pasado se puede reconvertir en un sano presente, que no te angustie nada de lo que ocurrió y que la imaginación positiva se apodere del miedo al ¡que pasará!, a un futuro que solo tú mismo puedes construir en libertad".

 

No es fácil este juego, pero si lo entiendes y llevas a la práctica,  te aseguro cariño mío que nos encontraríamos en un lugar del tiempo, aún por determinar, sin rencores ni dolor de lo que ya transcurrió y sobre todo sin miedo por lo que no llegó a ocurrir. Ese juego es el de vivir el presente con los valores de la bondad, del amor y de la esperanza. El juego de la vida sana y la lucha por la familia.

 

Te quiere, papá.

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